Labios Compartidos

Personajes: FrancisxAntonio
Resumen: Un songfic inspirado en la cancion Labios compartidos de Mana, donde mas o menos trata de darse a entender la manera en como se siente Antonio con respecto a francis.
Comentarios: Gaby espero no me mates, este Antonio no esta relacionado para nada con mi Tony que esta casado con tu Lovi xD
Y saludos a Karen Hedionda Bonnefoy que tambien esto lo hize por ti, espero te guste.. xD
Y bestias los que no lean =P.. tomatazos al final.
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Envueltos entre amor y pasión, rodeados por la suave sabana que cubría la cama se encontraban dos almas cuyos cuerpos aclamaban a gritos sordos el uno por el otro.

Amor mío si estoy debajo del vaivén de tus piernas, si estoy hundido en un vaivén de caderas, esto es el cielo, es mi cielo.

El francés y el español perdían cada vez más el control. No era la única ni la última vez que Francis iba a visitarlo a su casa por la noche, ni sería la última vez que al despertar no pudiera ni siquiera verle partir.

Amor fugado. Me tomas, me dejas, me exprimes y me tiras a un lado, te vas a otros cielos y regresas como los colibrís. Me tienes como un perro a tus pies.

Y en cada amanecer al despertar después de una noche como esas, Antonio solo suspiraba melancólico al darse cuenta que se encontraba otra vez solo, solo en aquella habitación que estaba llena de recuerdos con olor a rosas y vino.
Una nota y una rosa sobre el buro eran la única disculpa y excusa que Francis siempre le dejaba. “Antonio, lo siento, tuve que partir.”
Y así pasaban varios días sumergido en la rutina, extrañando ese sabor, ese aroma de su piel, cuando una noche de pronto aparecía de nuevo su figura posando detrás de la puerta. “Buenas noches Antonio” tan solo sonreía y le miraba como quien vuelve de nuevo a donde pertenece.
Antonio no respondió, tan solo se le fue encima rodeando su cuello con ambos brazos y le beso como si hubieran pasado milenios de no haberle visto.
Ambos entraron a la casa caminando torpemente por el pasillo, abrazados, besándose, tocándose, deshaciéndose de las prendas que estorbaban.

Otra vez mi boca insensata, vuelve a caer en tu piel. Vuelve a mi tu boca y provoca, vuelvo a caer de tu pecho en tu par de pies.

Llegaron a la habitación tumbándose sobre la cama, misma habitación que era testiga de todas esas noches donde palabras de amor y frágiles promesas salían a relucir.
Antonio hizo que el francés se pegara a su cuerpo, acariciando lentamente su cabello, le miro con ternura y con una mano paso rosando los labios del rubio con los dedos. Algunos pensamientos tristes pasaron por su mente haciendo que cambiara paulatinamente el semblante de su rostro.

Labios compartidos, labios divididos, mi amor. Yo no puedo compartir tus labios, que comparto el engaño, y comparto mis días, Y EL DOLOR. Ya no puedo compartir tus labios.

“Que pasa Antonio, porque me miras con ojos tristes?”. Pregunto el Francés interesado.
“Que somos nosotros?”. Respondió el español con otra pregunta.
“Somos amigos, pero también somos amantes”. Dijo con una sonrisa en el rostro.

Amor mutante, amigos con derecho y sin derecho de tenerte siempre?, y siempre tengo que esperar paciente el pedazo que me toca de ti.

“Has bebido verdad?”. Le pregunto, quitando el semblante de amargura y tristeza en sus ojos para dejarle ver una sonrisa en los labios.
“Tal vez, un poco”
“Promete que te quedaras aquí por la mañana” . Antonio quizo que le prometiera, pero por dentro sabía que tal vez hacerle prometer era en vano.

Relámpagos de alcohol, las voces solas lloran en el sol, mi boca en llamas torturada, me desnudas ángel hada, luego te vas.

“Lo prometo”. Fue lo único que dijo. Le atrapo los labios en un beso profundo mientras recorría con sus manos desde el pecho hasta el abdomen del castaño.
Antonio solo se dejo llevar, correspondiendo al beso y tocando con sus manos el cuello y hombros del francés que tenia encima.

Otra vez mi boca insensata, vuelve a caer en tu piel de miel. Vuelve a mi tu boca duele, vuelvo a caer de tu pecho en tu par de pies.

La noche era nuevamente suya y el francés hacia lo que mejor sabia hacer. Lo beso fieramente del cuello y asi fue besándole cada parte del cuerpo como si en cada beso un “Te quiero” quedara marcado y en cada mordida un “Eres mio” quedara grabado en su piel.

Labios compartidos, labios divididos mi amor. Yo no puedo compartir tus labios, que comparto el engaño, y comparto mis días Y EL DOLOR, ya no puedo compartir tus labios.

La habitación se lleno de gemidos, respiraciones profundas, lamentos de placer y frases de amor que salian obviamente de los labios de Francis. Ambos se olvidaron de todos y de todo, ni siquiera el tiempo ni la crisis económica existía, ni los superiores, todo iba mas aya de las fronteras y divisiones.

Que me parta un rayo, que me entierre el olvido, mi amor, pero no puedo mas compartir tus labios, compartir tus besos, labios compartidos.

Ambos cayeron rendidos en la cama y solo se dedicaron a mirarse un tiempo hasta que el francés comenzó a quedarse dormido.
“Francis”. Murmuro Antonio.

Te amo con toda mi fe sin medida, te amo aunque estés compartido. Tus labios tienen el control.

“Que sucede Tony”. Contesto muy apenas sin abrir los ojos.

Te amo con toda mi fe sin medida, te amo aunque estés compartido y sigues tu con el control.

“Nada… Buenas noches Francis”. Le dio la espalda y cerró los ojos, listo para dormir.

“Buenas noches Tony”. Y al fin se quedo dormido.

FIN.